sábado, 28 de mayo de 2016

Jugando ayer y hoy con chapas tapón corona

   Platillos los llamábamos. Ahora no puedes ir a un bar y decirle al camarero que te guarde los platillos, lo mismo te guarda los de los aperitivos. En cambio, sí que podemos pedirle que nos guarde las chapas de las botellas, conocidas también por el término tapón corona.


   Como es bien sabido que "a falta de pan buenas son tostadas" y que "la necesidad agudiza el ingenio", hace ya muchos años nos dedicábamos en nuestros ratos libres a machacar las chapas de las botellas, aplastándolas con una piedra roma de tamaño apropiado. De este modo sin saberlo estábamos elaborando los primeros Tazos de la historia.


   Por aquel entonces no disponíamos de videoconsolas ni elementos electrónicos similares. Pasábamos líbremente mucho tiempo en la calle, entre bolindres y repiones de madera o jugando a policías y ladrones. Así que una de nuestras actividades lúdicas, era la de disponer los platillos sobre una pared y jugar por turnos a tirarles uno de ellos y derribar todos los posibles, por supuesto, los que conseguías caer te los quedabas.


   Tras los años hemos decidido montar nuestra primera colección de tapones corona. Se pueden encontrar álbumes de este tipo de elementos coleccionables en tiendas especializadas y a través de Internet. En cambio, hemos pensado en innovar un poco en el montaje de chapas. Consideramos entretenido y gratificante imaginar la manera de archivar nuestra colección con los elementos de que disponemos, de esta forma ejercitamos la mente y nos alegramos por el resultado en caso de ser satisfactorio.


    Para la ordenación de las chapas en la colección hemos utilizado cartones para monedas, en concreto un modelo con plástico protector flexible. Previamente, hemos montado tres capas de goma Eva pegadas unas sobre otras, en cuyo centro hemos recortado un cuadrado de tamaño ligeramente inferior al tamaño del círculo del numiestuche. La finalidad de este elemento es la de situar la funda para la chapa sobre él y apretar para dar de sí el plástico, ya que de lo contrario no podríamos montar el estuche por el excesivo grosor de las chapas.



   Para evitar la rotura del plástico en contacto con la parte trasera de la chapa, hemos dispuesto un pequeño trozo cuadrado de forro para libros. Ya solamente nos queda unir las dos caras del estuche con pegamento, habiendo usado en este caso el adhesivo de montaje transparente XPress 10s de Ceys, útil para todos los materiales según reza en el envase. Con la ayuda de cuatro pinzas mantenemos el estuche firme y esperamos a que el pegamento se endurezca por completo.


   Por último hemos montado los cartoncitos con sus respectivas chapas en láminas para diapositivas, las cuales aún están disponibles en algunas tiendas de fotografía. Hemos comprobado que en las fundas para monedas los huecos para los numiestuches están demasiado ajustados al tamaño de éstos, no existiendo holgura suficiente para introducir con facilidad las chapas así montadas.


   Este sistema de montaje, a diferencia de los clásicos que se pueden encontrar para estos coleccionables, permite poner etiquetas con información útil para la clasificación  y ordenación de nuestras chapas. Se trata de dar un paso más en la creación de la colección, que no solo se limitará al archivo de tapones corona sin más, sino que aporta ahora y en el futuro datos de interés o incluso personales que queramos hacer constar en los cartoncitos.

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