domingo, 12 de enero de 2014

Hiedras, antes y después.

   La hiedra puede tapizar casi cualquier superficie que se le ponga por delante. En nuestro caso cada año toca dar un recorte a esta pared de maderas entrelazadas, de lo contrario, estas enredaderas invaden nuestro espacio haciéndolo suyo en poco tiempo.


   Para la poda de enredaderas y setos necesitamos unas tijeras planas de mango largo, muy distintas a las utilizadas para la poda de rosales y frutales.


    Para conseguir un buen tapizado de celosías es necesario hacer ciertas labores de costura con los largos tallos de la hiedra. Los pasaremos de un lado a otro a través de las tablillas de madera, que no son mas que el soporte para estas plantas que por sí solas no consiguen erguirse hacia el Sol.



   En cuanto a su multiplicación, las hiedras tienen gran facilidad para arraigar en cualquier zona húmeda y con poco substrato con la que tomen contacto sus tallos. Aprovechando esto, podemos hacer crecer nuevas plantas en otras partes del patio, macetones etc.


    Otra opción para su multiplicación es la de hacer esquejes. Para ello podemos cortar trocitos de hiedra, eliminar sus hojas basales, adquirir un poco de hormona de enraizamiento en tiendas especializadas, y pinchar los tallitos en tiestos con el substrato apropiado.



   Tengo entendido que el desorden es un proceso que libera energía, mientras que el orden implica la utilización de ésta. Nada más lejos de la realidad, os costará trabajo mantener vuestros patios y estancias verdes, pero porque todo esfuerzo merece su recompensa, vuestras plantas lo agradecerán, y será grato contemplar sus vivos colores cada día.
   

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