sábado, 10 de diciembre de 2016

Los otros frutos de la higuera


   Tenemos una pequeña higuera dispuesta en un fragmento de una antigua tinaja de barro. La higuera la conseguimos hace ya varios años, y el recipiente lo descubrimos junto a un camino, se trataba de una pieza antigua totalmente fragmentada, pero vimos esta parte con potencial para poder cultivar algo en ella.

Higuera sobre fragmento de tinaja. 2016
   La higuera resultó ser una planta de fácil cultivo como bonsái. En estos años no hemos estado demasiado atentos a su crecimiento, ha soportado los calores estivales y los fríos invernales sin dificultad, y aunque no presente una profusa ramificación ni pequeñas y elegantes hojitas, aquí sigue.

Higuera sobre fragmento de tinaja. 2015
Higuera sobre fragmento de tinaja. 2010
   Cada año nos regala alguno de sus frutos a pesar de ser tan "poquita cosa". Y cada año le cambiamos la tierra de cultivo, limpiamos y cortamos parte de sus raíces y podamos alguna de sus ramas.

Higuera sobre fragmento de tinaja. 2007
Higuera sobre fragmento de tinaja. 2006

   También junto a un camino, descubrimos la pasada primavera una anciana higuera con algunas ramas rotas y sus restos dispersos en torno a ella. Estas maderas, arrancadas por las inclemencias meteorológicas el invierno anterior, podrían resultar perfectas para observar qué ocurriría si las guardáramos en una caja de paredes aglomeradas, vidrio frontal abatible y maya o tela mosquitera en su parte trasera, y esperásemos......


   Un día después de depositar los restos en la caja preparada para estos menesteres, observamos restos de serrín, señal de que otros "frutos" de la higuera crecían en su interior.


   Finalmente, este pasado verano los otros "frutos" de la higuera aparecieron. Unos pocos adultos de escarabajos cerambícidos del género Trichoferus se encaramaban sobre los restos de las maderas de higuera.


   Y unos días después, nos sorprendió la aparición de unas pequeñas avispillas, pudiendose tratar problablemente de uno de los himenópteros parasitoides de nuestro amigo de la foto anterior. 


   La naturaleza sin duda es un espectáculo, no es sino una maravilla, una sucesión de relaciones y conexiones entre las que nos contamos también los seres humanos. No deberíamos dejar de mirar y fijarnos con atención en las pequeñas historias naturales que se suceden a nuestro alrededor, pues solo así seguiremos amando nuestro entorno natural, siendo entonces capaces de sacar de nosotros mismos al menos la intención de conservar este tesoro que aun tenemos.

Estado actual de las maderas de higuera, la segunda generación de trichoferus se alimenta en su interior.

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