Se dice que nuestra especie es la única que se tropieza dos veces con la misma piedra. Pero de todos es sabido que hay piedras y .. piedras. Y con las que os mostramos hoy no importa demasiado si nos tropezamos.
Los cactus piedra resultan al menos curiosos y extraños, distintos de otras plantas crasas. Eso sí, como todo lo excepcional, resultan algo frágiles, sensibles, sobretodo al exceso de agua, que acaba con ellos en pocos días. Riégalos poco y no permitas que el sol directo, caliente en exceso los tiestos una vez regados.
Siguiendo con nuestra política de reciclaje, hemos utilizado unos tiestos de bonsáis, sí, los de esos que nos regalaron y que finalmente se secaron, no sabemos por qué, si por falta o exceso de atenciones. En cualquier caso, son ideales para plantar estas "piedras", con las que nos tropezamos en un interesante centro de jardinería.
Muchas son las especies, tantas que las puedes coleccionar. Se trataría entonces de una colección literalmente viva, no exenta de atenciones, y que te regalaría cada año sus flores y sus retoños.
Este tipo de plantas tambíen agradece el suelo firme. Elige un sitio soleado y un terreno apropiado, para ello puedes adquirir tierra específica para cactus.
Si tropiezas con una piedra, que sea con una de éstas, y si no es el caso, levántate, aprende de la caída y no permitas que la vida te tumbe una vez más.
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