Noviembre supone el inicio de la caída de hojas de los árboles caducos. El suelo en torno a los frutales del huerto se tapiza de hojas de tonos ocres y amarillos. Una a una se han ido cayendo y no queda más remedio que tirar de escoba y recogedor.
Pero mientras unos descansan en el sueño invernal, otros nacen. Los ajos que plantamos a principios de noviembre ya suman unos centímetros de tiernos tallos verdes. Fue sencilla su plantación y su cultivo no requiere demasiado esfuerzo por nuestra parte, agua con generosidad y eliminación de las hierbas con las que les toque competir.
También plantamos lechugas, las cuales están tomando tamaño día a día, y dada su tierna juventud y la proximidad de los fríos de diciembre, hemos optado por montar unos arcos en torno a los dos surcos, para de esta manera sujetar un plástico que más adelante instalaremos a modo de invernadero.
Pero no todo va a ser sembrar y esperar, ya están listas las hojas de espinacas y acelgas, las primeras en la parte izquierda de la foto inferior, las segundas a su derecha, juntitas pero no revueltas.
Y por supuesto, las naranjas, las reinas del otoño-invierno. Las iremos recolectando a medida que avancen los días fríos de estos meses. En el árbol se conservan bien, en los años de buena cosecha un solo árbol puede abastecer a una familia incluso hasta finales de enero.
Claro está que alguna de estas coloridas esferas puede precipitarse al suelo tras las picaduras de insectos como Ceratitis capitata, si conseguimos una foto os la mostraremos. Hace unos días la vimos pero no llevabamos la cámara. Ya sabéis que "la oportunidad la pintan calva", procuraremos estar pendientes estos días para fotografiarla.
Espero que disfrutéis mucho con vuestros trabajos de huerto, es grato ver crecer la comidita.