lunes, 24 de diciembre de 2012

Cítricos con encanto

   En fechas invernales, podemos descubrir el encanto de algunos de los frutales más interesantes desde el punto de vista nutricional, los cítricos. Hoy nos detendremos en uno de ellos, el Kumquat. Originario de China, hizo acto de presencia en Europa a mediados del siglo XIX y actualmente, se cultiva tanto para la producción industrial de fruto como para su uso ornamental.

    
   El cultivo de este árbol no es complicado, soporta bastante bien las heladas, mejor que los naranjos o los limoneros, no acusa de forma negativa la abundancia de agua y tolera la escasez, avisándonos de la falta de agua adquiriendo un aspecto mustio y marchito. En este caso no dudes en regarlo de inmediato.



   El fruto del Kumquat no está diseñado para paladares sensibles. Digamos que "se puede comer", aunque quizá sus mayores aplicaciones gastronómicas se dan en el ámbito de los postres.

   La parada invernal, si es posible después de la recogida de nuestra pequa cosecha, constituye un momento apropiado para acometer las operaciones de poda. Debemos marcarnos como fecha tope para llevar a cabo esta labor el momento previo a la floración. En estas cuatro últimas fotos os mostramos un antes y después de podar algunas ramillas. Debemos eliminar ramas secas del interior de la copa, así como brotaciones del año que se entrecruzan o que densifican en exceso algunas zonas de la planta, procedediendo a un ligero aclareo de la copa del árbol.


      La poda es una labor necesaria que conduce a la formación de plantas productivas, ya que suele perseguir la formación de frutos en cantidad y calidad suficientes. Equilibradas, pues persigue la igualdad entre las distintas zonas de la copa del árbol, para ello se podan chupones y se eliminan o acortan ramas excesivamente largas unas respecto de otras. Con estructura, pues persigue el diseño de un patrón de crecimiento establecido, característico para cada tipo de árbol o caprichoso según  cada tipo de podador. Con orden, pues consigue eliminar ramas que se entrecruzan, que atraviesan la copa de un lado a otro, que han detenido su crecimiento por falta de alimento o que crecen en exceso. La poda es todo un arte del que podéis informaros en multitud de guías prácticas, tanto impresas como en formato digital. Al mismo tiempo, se trata de una tarea grata, constructiva y relajante, siempre y cuando sepamos a dónde queremos llegar con la planta en cuestión, siendo lo importante descubrir cómo.  
   Por último, indicaros el consejo que nos regaló un buen podador, aplicable en  caso de duda:
- "Para cortar siempre hay tiempo, que una vez cortada la rama..."

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