Tras el éxito cosechado por Matutano con el lanzamiento de las primeras series de tazos, la marca Grefusa saca al mercado dos interesantes series dedicadas a los personajes animados, Snoopy y Shin Chan.
En 1950 el creador de Snoopy, Charles Schul, dibuja inicialmente un personaje mudo que camina sobre sus cuatro patas, pero con el tiempo lo va dotando de atributos humanos, tanto que llega incluso a soñar despierto. Snoopy recostado en el tejado de su cabaña es capaz de viajar a lejanas tierras, de convertirse en aquello que desea y vivir grandes aventuras.
Shinnosuke Nohara surge de la imaginación del dibujante de manga japonés Yoshito Usui. Las peripecias de Shin Chan, un niño irreverente y travieso, no van dirigidas precisamente a un público infantil. La serie trata de ser en definitiva, una caricatura de la sociedad japonesa moderna que no deja indiferente al espectador.
Resultó agradable completar ambas series de tazos, recordar con cada una de las piezas un momento de las series televisivas o un instante de nuestras propias vidas incluso.
Como Snoopy, no debemos perder la capacidad de imaginar cualquier meta que anhelemos, no perdamos la esperanza en ser lo que queramos ser y no perdamos tampoco, la vitalidad y entusiasmo que Shinnosuke muestra con muchas pequeñas cosas de esta vida.
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