No tenía suficiente terreno fértil, tenía que ganarle algo más de terreno de cultivo al patio, así que armados de pico y pala preparamos este parterre de tamaño medio, situado en parte bajo techo a fin de preservar las plantas de las heladas, poblado ya de futales y hortalizas que esperamos pronto den sus frutos.
Todo final tuvo un comienzo y el de este proyecto se inició como ves, comenzamos a eliminar el cemento y a la mínima oporutnidad plantamos un arbolito de pitangas o cereza de Cayena, Eugenia uniflora Var. Black Star árbol tropical del cual sabemos que soporta el invierno en estas latitudes, pues tengo ya un ejemplar desde hace unos años. El inconveniente es que no ha conseguido fructificar, así que nos decidimos por adquirir un par de plantas más, de variedades diferentes, con el fin de favorecer la polinización si es que ese es el problema, ya veremos.
A la derecha del pitanguero hemos dispuesto un Acerolo o Cereza de Barbados Malpygia emarginata, no confundir con Crataegus azarolus. Esta es nuestra última oportunidad para esta especie, ya probé con ella hace unos tres años e incluso pude reproducirla a partir de semillas, pero nunca soportó el primer invierno, siendo bastante más sensible que la Pitanga.
Un segundo proyecto emprendido a la vez que el anterior consistió en la elaboración de una composición rocosa, a modo de macizo pizarroso entre cuyas lascas grises pudimos hacer crecer plantas crasas.
El resultado ha sido incluso mejor del esperado, esta primavera pudimos comprobar cómo las plantas crecían entre las rocas dando lugar a una composición ciertamente agradable.
Solo ha pasado año y medio desde que abrimos hueco para el nuevo parterre y el pitanguero ya tiene un tamaño considerable, algo más de un metro de altura y ha superado perfectamente el invierno. Produjo alguna florecilla en primavera pero no sufientes, no llegó a cuajar ninguna.
La rocaya por su parte nos permitió captar imágenes preciosas en primavera, las cuales os mostramos.
Aprovechando el terreno hemos podido cultivar algunas plantas más; pimientos que ya están fructificando, boniatos plantados a partir de la parte apical uno que compramos, ahora su parte aérea se enreda y trepa, y esperamos cosechar unos cuantos tubérculos este otoño, chirivia y salsifi, otros dos tubérculos que no habíamos cultivado antes, ya veremos qué tal están, y por último una planta de frambuesa adquirida en el mercadillo de Estremoz (Portugal).
El invierno pasado, dada la mala experiencia que habíamos tenido con el acerolo en años anteriores, decidimos cubrir la planta con plasticos para preservarla de la helada.
Ya alcanza los dos metros de altura y está preciosa, le costó trabajo superar los primeros meses del año, pensamos que el frío dañó incluso sus raíces, motivo por el cual presentó una brotación lenta, con la emisión de hojas pequeñas y arrugadas, tipo "oreja de ratón" que se dice, síntoma éste asociado en ocasones a daños ocasionados por diversas plagas a nivel radicular. Pero finalmente ha conseguido fortalecerse y alcanzar el aspecto que os mostramos a continuación.
Proyectos de futuro como los presentados u otros relacionados con nuestras aficiones o trabajo son ideados previamente, el deseo de llevarlos a cabo nos mantiene vivos, evita que caigamos en el hastío y la monotonía, no ancles tus proyectos, da el primer paso y verás cómo tras él crecen las ganas de avanzar hacia la consecución de la meta propuesta.
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