Hoy hemos querido mostraros unos pocos cromos que la célebre charcutería francesa SCHMID, con más de cien años de historia a sus espaldas, ofrecía a sus clientes hacia mediados del siglo pasado. Cuya historia queremos ligar a la de una serie emitida por cereales PASCUAL en 1999.
La serie "Sellos del Mundo", combina vistas de monumentos, calles y escenas cotidianas con cuatro imágenes de sellos e información del país de que se trate.
Nos imaginamos a Pierre, un chiquillo del siglo pasado, aguardando la lista de tareas que su madre pudiera tenerle preparada un sábado por la mañana. Por entre las calles de París camina ante el escaparate de varias tiendas que le ofertan los productos que precisa, pero pasa de largo.
Pierre no quiere comprar en cualquier tienda, quiere ir a la charcutería SCMID, a la que lleva semanas acudiendo. Se ha hecho amigo de la dependienta, Catherine, una joven que siempre le saluda con una preciosa sonrisa.
- "Bonjour Catherine, ça va bien?", cuarto y mitad de longaniza, medio kilo de filetes de ternera y paté de pato por favor, sentencia Pierre.
- "Je suis bien Pierre, et ta famille?"
- Todos bien, tenían cosas que hacer en casa y he venido yo, bueno, mi hermana con su novio, no sé qué le ha visto a este tal Antoine.
- Pues te preparo el pedido cuanto antes, fresco y de calidad, ya sabes.
Pero a Pierre no le interesaban tanto estos detalles, confiaba en que Catherine le daría buen género y aguardaba pacientemente. Ella solía envolver los pedidos en áspero papel marrón, despacio, cuidadosamente, y Pierre percibía el cariño con el que Catherine desempeñaba su trabajo.
- "La comande est terminé Pierre". ¿Vas ya para casa o aún te quedan más recados?.
- Salgo ya para casa, ¿no olvidas algo Catherine?.
- No, no lo olvido. hoy te he guardado el cromo de los sellos de Venezuela.
Catherine, entre susurros, esperando que "son patron" no la escuchara añadió:
- Toma, te regalo también los de Japón y México, ya sabes que François los tiene bien guardados, pero los he conseguido para ti, !por guapo¡.
- Pierre se sonrojó, dio las gracias y marchó para casa feliz por el trabajo bien hecho y los tres nuevos cromos que sumaba a su colección.
Una mañana de lunes del año 1999 Magdalena abrió la puerta del salón. Acababa de levantarse y sabía que sus padres la esperaban ya para el desayuno. Entre sus manos asía un "pequeñín juguetón", un regalo que su tía le trajo en su última visita familiar. Abrazó a sus padres como cada mañana y se dispuso a asearse.
Magdalena también coleccionaba cromos, su madre le regaló unos que por lo visto eran del abuelo Pierre, que vivía en Francia y al que echaba de menos.
- Tu abuelo los juntó porque obedecía cuando sus padres le encargaban tareas, si te portas bien te los daré. Solía decir su madre.
Magdalena se portó bien y esa fue su primera colección de cromos. Ahora andaba a la caza y captura del último que necesitaba para completar la serie que Cereales PASCUAL había emitido, con motivo de la película El Dorado.
Esta mañana de lunes, Magdalena buscó su colección de cromos, pues sabía que tocaba abrir un nuevo paquete de cereales. Se sentó a la mesa y colocó uno tras otro los once que ya tenía de la serie, después, despacio, cuidadosamente, abrió la caja de cereales.
- !Toma ya¡, exclamó. Los tengo todos, los doce de El Dorado. Los tres repasaron la colecciones de Pierre y Magdalena y recordaron momentos antes de separarse como cada mañana de lunes.
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