martes, 5 de noviembre de 2013

Aloe vera y el jabón de la abuela

   Hay a quien comento que me entretengo haciendo jabones y habitualmente me cuentan la misma historia: 
- !Ah sí, mi abuela también hacía jabón...¡


   Muchas personas se han aficionado a este arte de elaborar sus propios jabones. Hoy os proponemos la fabricación de jabón de Aloe vera y agua de Mar. 
 Todo comienza claro está localizando una gran planta de Aloe a la que cortar sus hojas basales, quitar sus espinas y separar su pulpa.


   Hemos querido sumar a las cualidades beneficiosas que posee el Aloe vera y el agua de mar para la piel, las del aceite de almendras. Los ingredientes utilizados para la elaboración de este jabón son por tanto: sosa, de fácil adquisición, agua marina, que necesariamente habría que traerse de la costa, aceite de almendra y aceite de oliva.

  Pesamos cuidadosamente y utilizando guantes, la dósis apropiada de sosa (Hidróxido sódico, NaOH), 129 gramos en nuestro caso y añadimos agua (231,8 g teniendo en cuenta el agua que aporta la pulpa de Aloe).
  Cuesta un poco de trabajo desleir toda la sosa pero finalmente se consigue. Mucho cuidado con la capacidad corrosiva de este producto y el calor que desprende la reacción exotérmica de ambos compuestos. 


   La cantidad de cien gramos de pulpa de Aloe vera se añade al recipiente con las cantidades de 500 gramos de aceite de oliva y otros tantos de aceite de almendra.


   Es curiosa la manera en que se se va produciendo la mezcla de ambas sustancias por acción de una batidora. Tras el proceso conseguimos una pasta algo más espesa que el aceite.


  Ahora solamente nos resta añadir con calma la pasta de aceites y Aloe al recipiente donde habíamos mezclado previamente agua y sosa.


   Por supuesto remover, remover mucho. Hay quien incluso utiliza la batidora en este momento. Ojo, cuidado con las salpicaduras. Poco a poco la mezcla se torna más viscosa a la vez que va adquiriendo un aspecto sedoso.


   Un poco más, ya estamos terminando.
  Cuando la pasta toma una clara apariencia de jabón líquido, es tiempo de llenar nuestros moldes. No es difícil hacerse de ellos, basta con guardar unos pocos envases de productos alimenticios como jamón en tacos o ricas natillas.


    El jabón se endurece en los moldes en pocos días. Desmoldamos y colocamos nuestro casero jabón sobre unos papeles de periódicos o revistas hasta que se endurezca totalmente. 

   Por supuesto que existe la posibilidad de hacer variaciones en el proceso, pudiendo añadir la pasta de aloe al final del mismo por ejemplo no batiéndola con los aceites o sustituyendo este producto por algún otro.

    Nosotros hemos preferido hacerlo así. Tú puedes innovar tanto como desees, crear tanto como quieras, no te canses nunca de ello.


    Para una completa información sobre la elaboración de jabones recomendamos la web que podéis enlazar al final de esta entrada. Podréis adquirir considerables conocimientos sobre el tema en dicha página, además de poder determinar las cantidades exactas de sosa y aceites diversos, para conseguir vuestros mejores jabones gracias a una aplicación de cálculo:


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