El coleccionismo de cupones de la ONCE es todo un clásico. De pequeño no me llamaban nada la atención. Sus diseños no me parecían lo suficientemente atractivos como para iniciar una colección. En cambio con el paso de los años, los cupones se han engalanado de bellas imágenes y variados diseños. En esta ocasión os mostramos una colección de 96 cupones editados entre marzo y agosto de 2001. Espero que sean de vuestro agrado. Dedicados a los Parques Nacionales españoles, ilustran gracias a 8 fotografías representativas, la belleza de nuestras reservas naturales.
1.- Parque Nacional de los Picos de Europa.
Entorno
natural de más de sesenta y cuatro mil hectáreas, compartido por las
Comunidades de Asturias, Cantabria y Castilla - León. Desde 1918 se protegen sus lagos, desfiladeros, gargantas y nieves perpetuas.
2.- Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Situado
en el Pirineo del Alto Aragón, ocupa quince mil seiscientas hectáreas.
En un principio de denominó Parque Nacional del Valle de Ordesa o del
río Ara, adquiriendo su actual nombre en 1982.
3.- Parque Nacional de las Cañadas del Teide.
En
el interior de la isla de Tenerife encontramos este paraje de más de
Trece mil hectáreas. Alberga cincuenta y ocho plantas endémicas canarias.
Tierras del tajinaste rojo y jara de las cañadas, del rosal del guanche y el alhelí del Teide. Suelos de piedras vulcanas como de una extraña y bella tierra marciana.
4.- Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
Otro pintoresco enclave canario protegido, constituido Parque Nacional en 1954.
Hogar del pino canario y el amagante. Con bosques de coloridos herrerillos, currucas capirotadas y habitantes de nombres misteriosos, como la araña lobo o el murciélago rabudo.
5.- Parque Nacional d´Aigües Tortes i Estany Sant Maurici.
Situado en la zona pirenaica de Cataluña, en la provincia de Lleida, tiene una extensión de más de diez mil hectáreas.
Allí dónde el águila real es dueño y señor de los cielos, donde la humilde marmota hiberna y se despereza cada primavera.
6.- Parque Nacional de Doñana.
Doñana
fue declarado Parque Nacional en 1968. Está situado al sureste de la
comunidad Autónoma de Andalucía, ocupando territorios de los municipios
de Almonte e Hinojos en la provincia de Huelva; Aznalcazar en la de
Sevilla y Cádiz.
7.- Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
Se encuentra situado en los términos de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, en la provincia de Ciudad Real. El río Guadiana y su afluente Cigüela configuran este humedal último representante del ecosistema denominado tabla fluvial.
Es de destacar su fauna avícola, muy rica en cantidad y en diversidad. Garza imperial, garza real, garceta, cerceta, ánades silbón y rabudo, y hasta pato cuchara se dan cita para beber de sus aguas y descansar de sus vuelos.
8.- Parque Nacional de Timafaya.
El Parque Nacional de Timafaya en Lanzarote es Reserva de la Biosfera y Zona de Especial Protección para las Aves. Según narró el párroco Lorenzo Curbelo, "El día uno de septiembre [de 1730], entre las nueve y las diez de la noche, la tierra se abrió en Timafaya, a dos leguas de Yaiza...y una enorme montaña se levantó del seno de la tierra."
9.- Parque Nacional de Garajonay.
Situado en la isla de la Gomera, alberga más de mil especies de invertebrados, siendo endémicos ciento cincuenta de ellos. En sus bosques encontramos hayas, acebiños, loros, vinátigos, palo blanco y brezo arbóreo alzándose como ningún otro camino del azul del cielo.
10.- Parque Nacional de Cabrera.
Marítimo-terrestre parque mallorquín de praderas de poseidonia y cielos de gaviotas, de coloridos peces y soleadas costas.
11.- Parque Nacional de Cabañeros.
En las provincias de Ciudad Real y Toledo se encuentran las cuarenta y dos mil hectáreas que conforman el Parque Nacional de Cabañeros. Quejigares, encinares, turberas, bohonales, brezales y alcornocales de mañanas de descorcha, de troncos desnudos y hojarasca bajo los pies.
12.- Parque Nacional de Sierra Nevada.
Entre picos andaluces de tres mil metros de altura se cobijan hasta sesenta especies de plantas endémicas, tejones y una próspera población de cabra montés.
Los espacios naturales están ahí, con sus figuras de protección, con su vulnerabilidad no obstante. Cada uno de nosotros no podemos estar también allí protegiendo sus especies y sus rincones, pero sí podemos desde nuestra posición, proteger nuestro entorno más cercano. Todo cuenta, cada papel que se recicla, cada bolsa que se tira a una papelera, cada paso en favor de un medio natural rico y diverso.
La colección que os hemos mostrado llegó a nuestras manos a través de un gran coleccionista y amigo bien dispuesta en un interesante librito. Existen fundas apropiadas para guardar este tipo de coleccionable pero claro está que cada uno, puede desde su originalidad, montar series de muy diversas e interesantes maneras.