Quizá la forma más completa de coleccionar sellos, no sea esa que consite en despegarlos de los sobres y pasarlos a un álbum.
Si
conservamos los sellos pegados a los trozos de papel recortados de sus
sobres, conseguimos lo que se suele llamar "frontal", siempre y cuando,
el recorte incluya al menos el matasellos y la dirección bien visibles. Pero si además evitamos hacer esos recortes y conservamos el sobre completo, podemos conseguir una bonita colección de ellos.
Aunque existen láminas y álbumes específicos para este tipo de elementos coleccionables, su conservación no tiene por qué resultar costosa. Basta con unas fundas para folios de buena calidad y una selladora térmica, para proteger este material y proceder posteriormente a su montaje a vuestro gusto.
Un sobre contiene la máxima información filatélica del momento en que se hace circular. "Salta" de estafeta en estafeta, de país en país, viaja sin prisa pero sin pausa hacia su destino. Cada carter@ deja su impronta en el papel, las huellas de un recorrido que puede perdurar para siempre si decidimos guardarlo íntegro.
L@s coleccionistas tenemos la suerte de seguir ilusionándonos al abrir el buzón de casa. Entre facturas y recibos bancarios, una carta de Hong Kong, otra de Venecia, otra de Barcelona. Intuyes qué contiene cada una, pero siempre algo nuevo, siempre algo para otro también, siempre un deseo de agradar a alguien.
Gracias a todos l@s coleccionistas que animados por su afán de completar sus colecciones, no dudan en ponerse en contacto con otros como ellos y entablar una amistad en ocasiones singular.
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