domingo, 16 de julio de 2017

Sobres de azúcar

   Hoy toca hablar de un dulce adictivo coleccionable cuyo contenido muchos gustan de saborear en sus ratos libres, edulcorando un buen café en la Plaza del Comercio Lisboa, en lo alto de Marvao o a cero metros del nivel del mar, en casa, una tarde de sol rojizo y apacible brisa.


   Estos azucarillos los vimos en Portugal, en una gira de un par de días por el país luso. Allí, por su tradición cafetera, se ve que son muy dados a la emisión de series de este artículo coleccionable.

Reverso de los sobres de las fotos anteriores.
Reverso de los azucarillos de las fotos superiores.
   La marca Delta nos sorprende desde hace unos meses con una tirada de siete modelos emitidos tanto en España como en Portugal. Se trata de sendos sobres correspondientes a cada uno de los días de la semana y que os mostramos en las fotos inferiores.

Reverso de los azucarillos portugueses de la marca Delta, sobres superiores, y españoles, sobre inferior.
   Resulta agradable la degustación de un café en compañía o sencillamente, disfrutando del momento, viendo las gentes ir y venir de acá para allá, al tiempo que el tiempo se detiene entre sorbo y sorbo, y los caminantes por la plaza de Salamanca se detienen ante los escaparates y el café, humeante, se escapa en aromas que calan en tu mente mientras piensas en las vidas,  idas y venidas, y consideras que el tiempo bien podría detenerse y los problemas disolverse como el azucarillo en el café.

     Seguidamente os mostramos los sobres correspondientes a la serie Delta española, los diseños son similares a los emitidos en Portugal.



      Para terminar, una emisión con mensaje. Se trata, que sepamos, de 21 modelos diferentes, serigrafiados con sendas frases constructivas. Dichas citas en efecto quedan muy bien dictadas, siendo la tarea más complicada la de poner en pie los mensajes que transmiten, pues como bien es sabido, "del dicho al hecho va mucho trecho".





   Consideramos como una opción de interés el coleccionismo de sobres de azúcar. Se trata en cualquier caso de una alternativa interesante que merece la pena explorar.

sábado, 8 de julio de 2017

El sombrajo por favor

   En primavera bien, en otoño también, pero en verano a la sombra, por favor. Esto es lo que parecen pedir estos modestos bonsáis en estos meses de estío. Las plantas precisan ciertas condiciones ambientales para desarrollarse adecuadamente, y en el caso del cultivo en macetas, el hecho de permanecer horas expuestas a la radiación solar no es una de ellas.


   En verano los tiestos pueden alcanzar los cuarenta grados fácilmente si se mantienen expuestos a los rayos directos del sol. Con el paso de los días las raíces comienzan a pudrirse y las hojas se secan desde el ápice hacia su base. Si insistimos en el riego y mantenemos la exposición al sol acabaremos por pudrirlas por completo y la planta se secará en poco tiempo.



Hojas con síntomas de exceso de agua.

      Nos disponemos en consecuencia a proporcionar la sombra necesaria para evitar pérdidas usando un retal que encontramos por casa. Sujetamos uno de sus extremos a la repisa de la mesa de madera y enganchamos el opuesto a unas cañas que previamente hemos instalado a ambos lados de dicha mesa. En las horas de máxima exposición solar montamos el sombrajo y una vez pasado ese tiempo lo bajamos.


   Es evidente que el método de protección que os hemos mostrado es bastante rudimentario, pero no por ello deja de ser menos eficaz que otros más sofisticados. Una segunda opción consistiría en montar un cañizo sobre la mesa de exposición.


    Para proteger nuestras plantas del sol también serviría el recurso sencillo de poner nuestros ejemplares debajo de otros, cuya copa aporte la sombra que en estos meses de calor precisan las pequeñas plantas.

Arces bajo el manzano.