Continuando con nuestras sugerencias para el cultivo de cactus, hoy os mostramos una opción original con un toque rústico.
Es posible que con la reforma de viejas viviendas, podamos conseguir unas cuantas tejas que cuenten al menos con unas décadas de antigüedad. También pueden encontrarse viejas tejas en viviendas abandonadas y semiderruidas, en escombreras o sencillamente en el trastero de casa.
Con unas piedras retendremos la tierra en el centro de este tiesto improvisado. Buscad piedras vistosas, curiosas o que os resulten sencillamente atractivas. No es preciso hacer agujero alguno al tiesto y solamente recomendamos, aunque tampoco importa demasiado, fijar con adhesivo, por ejemplo con silicona o similar, las piedras laterales que retendrán la tierra.
Se debe usar tierra específica para cactus o bien, una mezcla de tierra vegetal y arena de río. Buscadles un lugar soleado, regadlos con cuidado, sin desparramar la tierra y con moderación, cuando observéis que el substrato está seco. Con el tiempo, estos pequeñines crecerán, y será gratificante ver cómo agradecen vuestros cuidados.
El cultivo de cactus y otras plantas es recomendable como complemento a las terapias antiestrés, su lento crecimiento hace que nos armemos de paciencia, que seamos perseverantes, constantes, y esperanzados en ver los frutos de un trabajo llevado a cabo con agrado.